El Diario de Marta la Rara

El Diario de Marta la Rara
Ana Bermejo

jueves, 13 de diciembre de 2012

Cuando llega la Navidad

Mi casa ya parece mismamente un belén. Cada año, por estas fechas, a la Baquero le atiza un ataque de morriña y pone el hogar común patas arriba. Y eso, sin contar con la opinión del personal, porque si a Ignacio I el Grande le repatea tener la casa como la feria de Sevilla, a servidora no le mola ni media que su cuarto se convierta en una sucursal del más allá, porque solo en el cielo  pueden reunirse tantas alas y tanto ángelito, joé. La que está que no cabe en sí de gozo es mi abu y es que a ella esto de las Navidades le va. "Mi padre - le larga a todo aquel que quiere oírle-  ponía un belén gigante en la cocina vieja. Habia un castillo de Herodes, un río, un molino, y cientos de ovejitas y pastores. Claro que este año ha cambiado la versión,  y de lo que más se acuerda es del buey y la mula; y es que a la doña le repatea que le cambien la tradición. A veces a la Baquero, con tanto ajetreo, que si pones, que si quitas, que si llevas, que si  traes, acaba por írsele la pinza y algún año ha terminado poniendo el árbol de Navidad en la cocina. Pero hombre, perdón, mujer, que el árbol se pone en el salón como everybody, le dije yo. Y como a ella no le gusta dar su brazo a torcer se largó a toda pastilla a Zara Home y compró un árbolito metálico con lucecitas blancas que parpadean sin ton ni son. Así que ahora, en Navidad tenemos dos abeto, el de verdad y el de filfa. Yo ya no le digo nada, no vaya a poner un tercero. Lo que si hay que reconocerle a la mia mamma es que en eso de la decoración navideña pone empeño y dedicación, porque la muy ploma empieza a colocar adornos a primeros de noviembre, vamos que lleva mes y medio dale que te pego a la bolita. Empieza por  sacar del armario del pasillo todo tipo de cachivaches: que si 20 Papas Noeles que va colocando a troche y moche, que si bolas, estrellas, cintajos y guirnaldas para el abeto; que si un belén de hojalata que alguien le trajo de Guatemala y que si otro de terracota que le regaló no sé quien. ¡Oye y los dos tienen mula y buey! así que tenemos la ganadería duplicada, para regocijo de mi abuela que se va a poner como unas castañuelas. Lo que no sé le  olvida nunca a la muy muerma,  además de ponerme la habitación en plan volatil,  es comprar 27 flores de Pascua rojas, no amarillas, que luego va distribuyendo por toda la casa. Las pobres no duran más que dos días porque con el calor se quedan mustias  cual acelga pocha, pero a ella la vida vegetal no parece importarle. Ahhhh, tampoco se olvida de quejarse amargamente "porque en esta casa no me ayuda nadie y el año que viene no pienso poner ni un solo adorno". Y entonces mi padre, que suele ser más bien prudente, grita ¡biennnnn! y la Baquero se enfurruña y añade un par de lacitos más. A la que no le gusta la Navidad  ni una miajita es a mi chucha, bueno lo que de verdad no le gusta es el árbol, por lo visto la pobre aún recuerda el año que a mi madre se le ocurrió adornar el abeto con muñequitos de chocolate y en cuanto la pulgosa los olió de un muerdo arrancó media rama. El problema es que las luces estaban encendidas y con eso de la tensión la meona number one  terminó con los pelos tiesos cual escarpias. Así que ahora en cuando mi madre enciende el árbol, Baby le dedica una caterva de guaussss, como de aquí a la eternidad. Mi abuela dice que es porque está contenta y nos felicita las Pascuas. Yo no entiendo de lenguaje chuchil, pero mucho me temo que no es verdad. Pero cualquiera contradice a mi abu, y menos aún en Navidad.

Tu amiga Marta

2 comentarios:

Andrea dijo...

¡Feliz Navidad Marta! xD Ya veo que tu family como siempre,la mía más o menos parecida: Mi madre y mi hermana con el arbolito,mi padre y mi abuela con el belén y yo,colaborando en todo ^^ Si es que...para que luego digan que soy una vaga :3
Besitos

María dijo...

¡Feliz navidad! Pues mira, mi madre anda que no se qué parece, comprando cosas de navidad y poniéndolas por aquí y por allá, mi hermana no se pispa, ella anda a lo suyo y mi padre mirando todas los adornos diciendo todo el rato: << Qué bonito, que bien ha quedado...>> Ya ves que maja es mi familia, y mi abuela con el belén, como siempre.
Besos.