El Diario de Marta la Rara

El Diario de Marta la Rara
Ana Bermejo

miércoles, 4 de diciembre de 2013

¡Y los dinosaurios existen. Joé!

Y no, no estoy hablando de tu tía Enriqueta. Mira que hay que ser malpensada,¡narices!. Yo hablaba del museo de Ciencias... - burra, que se llama de Historia Natural, mete baza el gusarapo de mi hermano- bueno pues el de Historia Natural -(le odio, le odio y le requeteodio)- fue la repera. Joe, te juro por la cruci que me dejó el coco como al bies. No te mola, si tiene hasta dinosaurios de verdad. Buenos, esqueletos de dinosaurio, se entiende, pero de esos gigantes que salen en las pelis... Sí, esos que tienen el morro en Manhattan y la cola en Singapur.  Narices, si por tener, tienen hasta arqueopterix, una especie de pájaro-dinosaurio del año catapún que según largó mi santo padre era la bomba mundial. Yo, así, entre tú y yo, les vi un poco birriosos, unas cuantas plumas aquí y una especie de pico allá, eso sí, todo bien incrustado en piedra. Pero Ignacio I el grande, vamos my father, me aseguro que aquello era la pera mundial. Vamos, lo más.  Yo, al principio iba con cara de acelga pocha, mira que estar en New York e ir de museo en museo, jo-pe-li-nes, iba largando a los cuatro vientos. Y al quinto también. Pero, poco a poco, se me fue quedando cara de besugo, con los ojos bien abiertos, y el cuore lleno de emoción. ¿Me estaré convirtiendo en una de esas cursi lindas que lo aprueban todo y las Ciencias también?, me pregunté a mí misma. ¿Quien tú?, se carcajeó Marta Mustia en mi mismísimo colodrillo.  ¡No hija, no te preocupes, que tú eres más bien cerrojo!, insistió con muy mala milk mi otro yo. Seguía  la muy mastuerza despiporrándose viva, cuando le/me miré con ojos de celacanto, vamos de odio total, pero en cuanto la Baquero vio que empezaba a poner cara de raspa y comenzaba a torcer el ojo izquierdo hacia mi interior, - ¿cómo si no voy a pegarle/me un sopavirón,- se puso como una pantera y poniéndome un dedo en el entrecejo me soltó una de sus cantinelas favoritas: ¡Ah no, se-ño-ri-ta, aquí también no! Más vale que my father, que ese sí que es la bomba mundial, antes de que la cosa llegara a mayores me prometió llevarme esa tarde al puente de Brooklyn y luego a Battery Park, y de allí a la estatua de la Libertad. Así que una, que en el fondo es una cochina vendida, juró comportarse bien,  como una señorita de Merimé, vamos como una cursi de merde. Y lo cumplí, que una tiene palabra. Y sonreí... Y hasta me comí una hamburguesa pringosa llena de kétchup... Ya sé que no me gusta el kétchup, joé, pero luego me limpié los dedos en la mochila de mi hermano...je, je, je... Y hasta le pase la mano por el colodrillo... con mi mejor intención.


Ahhh y tengo news de mi amiga Rosita... Al parecer este año se les rebeló el pavo en thanksgiving, ¿o fue más bien su abuela Lupe?, pero eso te lo contaré otro día....que hoy tengo una cita con Martín. tilín.

Bye, bye. Arrivederchi. Auf wiederhesen, Adieuuuuuuuu.....  ¿Y cómo se dirá adiós en chino...? ¿Y en ruso? ¿Y en búlgaro...? ¿Y en vietnamita...? ¿Y en portugués?¿Y en guaraní. Pues sí, quiero convertirme en una poliglota total.  

Tu amiga Marta. Y punto.

2 comentarios:

Andrea dijo...

Me has hecho reír otra vez, Marta :D Creo que mi madre se piensa que se me ha ido la olla, partiéndome yo sola delante del ordenador... Claro que luego le señalo tu libro y lo entiende todo =)
Tengo ganas de saber más de tu aventura americana ^^
Un besito

María González dijo...

Je, je, je. ¿Que se les reveló su abuela Lupe? La mía si que se revela cuando me meto con Belén Esteban.
Qué guay que tu padre te lleve a ver por fin sitios amazing.
Besoooos.