El Diario de Marta la Rara

El Diario de Marta la Rara
Ana Bermejo

jueves, 27 de febrero de 2014

Super Marta y Cia al rescate

Desde que me ha atizado de nuevo la fiebre husmeadora los casos se me amontonan en el colodrillo sin parar. For example, perro suelto que veo, zas, perro que intento devolver al calor de su hogar. No importa la raza, ni la fachenda, ni el tamaño.... Bueno... el tamaño más bien sí, porque imagina que trato de rescatar a un gran danés y el tipo dice que no... y una le agarra y el tipo tira y servidora sale volando tras él en plan cometa.  Lo mío son buenas intenciones, pero sin perder el coco.... Claro que aún así la cosa tiene sus riesgos. Ayer, sin ir más lejos,  me gané un sopavirón por intentar salvar a un chucho más bien mugriento que andaba deambulando cual sinsorgo por las esquinas... eligiendo cual de ellas regar. Hummm... este pobre bicho debe estar perdido... o abandonado... o que sé yo, me martilleo mi cerebelo en plan cotillón. Hummm... olisqueé el ambiente, miré y remiré por las cuatro esquinas, pero allí no había anybody, bueno más que yo... Sí y el can, joe, mira que eres picajosa. Bueno,  que no vi a nadie más, así que aquel can andaba perdido. ¡Que sí, que llevaba correíta al cuello! Que la vi. Y una, que es una profesional, se acercó despacito para no asustarle... y le susurré a la oreja: bis... bis... bissssss, como vi hacer en una peli a un tipo que le susurraba a los caballos. Oye y el perro me miro con cara de extrañeza... torció el careto y se me aproximó. ¡No te digo que soy una profesional... jopelines! Cuando ya tenía a aquel chucho rendido... en plan alfombra...Zaca...paraguazo que te crío... ¡Ehhhhh.... ehhh.... eh.....! oí gritar. ¡Mocosa, se puede saber qué haces tú con mi perrito! ¿Es que me lo quieres robar...? Yo, señora.... a ese chucho sarnoso... le repliqué muy ofendida porque me hubiese confundido con una caca total (caca, femenino de caco, no en plan merde, mira que eres... ) Oye y la abuela se mosqueó. "Sarnosa... mi Luli... sarnosa...tú" ¿Yoooo. yoooooo? repetí una y mil veces, cual cotorra reumática, ofendida en lo más íntimo por aquel descoloque. ¡Encima de que una quería hacer su buena acción del día. Oiga,  traté de explicarle, que una pensaba que estaba perdido y lo quería rescatar...! Pero la abuela no andaba para monsergas.... y como me miraba con ojos de uralita, me di el piro intergaláctico, vamos que salí por pies. Y el chucho salió corriendo conmigo. ¿Me lo había camelado con lo de los  susurros...? El problema es que cuanto más corría yo más corría el chucho...y la abuela... que venía detrás, con la pata renqueante, gritando como una posesa : " al ladrón al ladrón...." Ah.... no... por allí si que no pensaba pasar.  Pues hasta allí podía llegar la cochina amistad. Así que me paré de golpe muy seria y le espeté en plena cara: "Señora... que ladrón ni que narices...en todo caso será la-dro-na... A ver si hablamos con propiedad". Pues sí, allí me atizó un segundo paraguazo. Ufff...ufff. uffff.... gemí yo. Ufff.... uffff, repetí. Me agarré un mosqueo de los de antes de la guerra y en plan farruco le dije, mirándole fijamente a los ojos: " vale, vale, vale, pues que sepa  que aquí  se acaba mi carrera de recuperadora de canes... y el que esté perdido que se zurza . Ahhhh y como dice mi abu : Y a quien San Pedro se la dé... no sé quien se la bendiga. Después, me evaporé en el hiperespacio y mientras huía noté sus ojos en mi cogote... pero ya no dijo ni mu.  ¡Alabado sea el Santísimo! (Este también es un dicho de mi abu).

1 comentario:

Andrea dijo...

¡Hola Marta!
Solo a ti se te ocurre intentar salvar a un chihuahua... -sin comentarios- ¬¬
Un besote!!

PD: Así que en vez de las gracias, te dieron paraguazos,¿ehhh?? jajaja :)