Jopelines al fin me ha levantado el castigo la muerma de la Baquero y me ha devuelto MI ORDENADOR. No te digo como se puso la muy sonsosa por allí quítame unas pajas, vamos por mangarle a mi lerdo hermano 20 euros el día de San Valentín. "Además de manganta eres una cursi, pedazo de niñata, "me largo el muy cenutrio en mi misma cara. " Mira que enviarte tú misma un regalo por San Valentín. Vamos, esto va a dar mucho que hablar... Y alargó ese hablarrrrrrrr una eternidad. Recórcholis me dije para mis adentros, este sinsorgo va a dejar mi fama a la altura del betún. Y de pronto me entraron unos sudores... y empecé a sentirme rarita y así como de pronto le solté a mi hermano una vomitona en pleno pescuezo que lo dejé pallá. Y entre los gritos de mi hermano: pedazo de guarra, asquerosaaaa y los ladridos de Baby que no pierde una ocasión para dejarme fatal, apareció mia mamma que bebe los vientos por su niñito y en cuanto lo vio hecho una guarrindongada metió baza. ¿Cómo...? ¿Qué.ha pasado aquí..? insistía la muy cotillona con sus ojos clavados en mi gaznate.Y el gusano rastrero de mi hermano, mientras se apartaba el vomito de la mismísima coronilla, descubrió el pastel. Que si yo le había mangando esto, que si yo le había vomitado aquello. Así que mi casi madre me puso un doble castigo: por manganta y por vomitona reincidente. ¡Jo y que culpa tengo yo de que mi estómago vaya por libre, gritaba yo mientras la Baquero encerraba con siete llaves mi ordenador en el buró de su cuarto. Y no te vas a acercar a él en dos semanas, me gritó la muyyyyyyyy como remate final. Joé esto es crueldad mental, insistía yo ante la mirada de uralita de mi madre.
Ah, pero que se chinche, me he pasado quince días en huelga de brazos caídos, sin decir ni mu y tragándome todo lo tragable en televisión. Vamos que he protagonizado el culebrón del mes: No sin mi ordenador. Y al final a la Baquero se le han bajado los humos y me ha devuelto a NOB (es que mi ordenador tiene nombre), y aquí estoy, dispuesta a largar todo lo largable.
Y hablando de largar... Por ahí hay mucha falsa, porque cuando servidora, languida cual merimé, contó que en San Valetín nadie le había mandado ni una cochina flor, el personal se quedó más bien mudo... Bueno todas no, más vale que Marta, Leire, Andrea y alguna anónima solidaria reconocieron que ellas flores más bien pocas. Repámpanos, qué alivio, me dije, no he sido sólo yo. Pero qué pasa, que todas las demás tuvistéis regalo? ¿Noooo? Pues eso se dice. Digo yo.
Sí, hablo conmigo misma ¿Y qué? También soy la reina de los chillidos insonoros y de los gritos inaudibles. Ah! y tengo un repertorio de insultos que para si lo quisieran los de Sálvame. ¿Y mi olfato detectivesco? Para que te enteres, tengo nariz de sabueso y soy como la versión Spanish de Sherlock Holmes. Te lo juro por la cruci
El Diario de Marta la Rara
martes, 28 de febrero de 2012
jueves, 16 de febrero de 2012
Que se chinche San Valentín
No sé a ti, pero a mí en San Valentín nadie me mandó flores. Que digo flores... Nadie me envíó ni una cochina flor. Qué narices, tampoco recibí bombones. Ni tarjetas, ni sms, ni nadie me felició en Facebook. No, si ya sé que es todo una cursilada, joé pero es que una también tiene corazón. ¡Pero si hasta mi padre le mandó una orquídea a la muerma de la Baquero! Ah y a mi abu le llamó Rogelio y hasta lerdo-Nacho recibió un mensajito de esos bobalicones con mucho amor.
Y estaba tan hasta los mismísimos, tan harta, tan mustia, tan cabreada que al final me hice el regalo yo. Le mangué 20 euros a Nacho, que se chinche por mandurrio y por ligón, llamé a Supercort y me envié una piruleta gigante con forma de corazón. Ah y puse un cartel bien grande, para MARTA, de su rendido admirador.
Joé y me llegó en plena cena y dejé a la concurrencia patitiesa y muda por la emoción. Y yo como si tal cosa, con la mirada perdida y la melenita al viento como esa lacia de lo que el viento se llevó.
Ah y como largues ni media te enteras. Que el que avisa no es traidor.
Y estaba tan hasta los mismísimos, tan harta, tan mustia, tan cabreada que al final me hice el regalo yo. Le mangué 20 euros a Nacho, que se chinche por mandurrio y por ligón, llamé a Supercort y me envié una piruleta gigante con forma de corazón. Ah y puse un cartel bien grande, para MARTA, de su rendido admirador.
Joé y me llegó en plena cena y dejé a la concurrencia patitiesa y muda por la emoción. Y yo como si tal cosa, con la mirada perdida y la melenita al viento como esa lacia de lo que el viento se llevó.
Ah y como largues ni media te enteras. Que el que avisa no es traidor.
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