El Diario de Marta la Rara

El Diario de Marta la Rara
Ana Bermejo

viernes, 8 de marzo de 2013

Servidora ufana cual rana

¡Felicidades a todas.....! ¿Por qué? Joé, porque hoy es el día de la mujer trabajadora y nosotras currantas somos un rato. Todas, oye sin quitar una. O es que no es currar levantarte a las del alba, desayunar como los pavos: glu, glu, glu, lanzarse a la rue antes de que pongan las calles acarreando una mochila que pesa un kintal. Eso por no hablar del tajo de verdad, vamos de nuestro laboro en el centro del saber, porque yo, que sepas, estoy de libros hasta los mismísimos. Joé, pero si tengo el coco hecho gaseosa. Sí ya sé que para algunas estudiar es muy fácil, pero para mi es algo así como correr la maratón con chanclas y saltando a pata coja marcha atrás.  Vamos una misión tan imposible, como la de Tom Cruise.

Claro que una también tiene sus habilidades... ¿Te acuerdas de mi misión con Los Sinsangre? Sí,  un éxito total, con decirte que después del último vapuleo los tíos no han vuelto a aparecer. No, no es que me tengan miedo, es que el plomo de don Narciso se ha puesto farruco y ahora tenemos el cole  tan protegido que parece Fort Knox. Pero yo, por si acaso, sigo ojo avizor.


¡Happy day!

Marta

domingo, 17 de febrero de 2013

Marta contra Los Sinsangre

Jopelines, la mia mamma al final me pilló el armamento y, después de ponerse como una loca y de gritar a los cuatro vientos que una estaba como las maracas de Machín, tiró la merde de Baby que yo había reservado para el bombardeo y me dejó una semana sin ordenador, "por guarra".

¿Pero para qué guardas semejante marranada? me preguntó la Baquero con cara de chichinabo. Yo intenté explicarle el caso de Los Sinsangre, una panda de macarrones que nos robaban los bocatas, los paraguas y hasta los deberes... ¡Ahhh sí...! exclamó la muy desconfiada, ¿o sea qué los deberes también...? Mira Marta, a otro perro con ese hueso y quiero todos tus deberes al día. ¿Me has oído? ¡Cómo no te voy a oír, si me estás dejando sonotone total con tus aullidos!, le grité alto, muy alto, pero para mis adentros. Luego murmuré que aquellos tipos se iban a enterar, que  les iba a dar una tunda de aquí te espero, que iba a organizar una batalla campal. Y la tipa me oyó, joé. Ehhhh, gritó la Baquero a punto del repeluzno, no quiero oír ni una pa-la-bra de que le pegas a nadie. ¡A nadie! , repitió la muy muerma. ¡Y a Los Sinsangre, tampoco! Luego se dio la vuelta dejándome con la palabra en la boca.. Vamos que no pude decir ni mu.

No pensaba reanudar yo aquel día el ataque de Los Sinsangre, encima sin armamento, pero eso de que me dé órdenes la Baquero... es que me pone de los nervios, así que si ella no quería ni oír hablar de guerras, yo iba a organizar la mundial.  Me dirigí al colegio en plan chulapa, mirando al personal por encima del hombro; tanto mirar hacia arriba me comí dos bordillos y casi me machucó un pie.

Cuando llegué frente a la verja del cole los vi. Estaban afanándole el bocata a Luli, una gordita de 1º de ESO, a la que encima le soltaron un machucón. Ehhhhh, ehhhhhh, grité yo como una posesa. ¡Quietos parados que aquí estoy yo!. ¡Anda, mira, si viene por allí esa birriosa, la reina del kung-fu! ¿La birriosa era yoooooo? Me lancé a por aquel tipo en plancha, le largué un patadón y el tipo trastabilleó y se dio un mangazo que ni te cuento. Entonces, me senté sobre su espalda, le doblé el brazo y se lo dejé a la virulé. ¡Birriosa yo, eh patituerto! le solté a aquel mendrugo.

Los cinco Sinsangres restantes se quedaron quietos parados, mudos por la impresión...  ¡Al que se acerque le machacó! insistí yo ya crecidita. Oye y con las mismas los tipos salieron corriendo raudos como conejos. La verdad es que no esperaba yo causarles tanta impresión. Estaba yo ufana cual rana, cuando alguien tiró de mí. ¡Vamos chica, deja al chico en paz! ¡Pero habrás he visto a esta cría, esta debe ser de la banda de Los Sinsangre!, les oí decir. No te mola, era una pareja de municipales que andaban de ronda frente al colegio.  Ehhhh, ehhh, ehhhhh, me quejé yo, que los Sinsangre son esos que se están dando el piro en sus mismas barbas, jolín.  ¡Eso, eso...! ratificó la gordita.

Al final me dejaron ir, pero a puntito estuve de acabar en el trullo, por formar parte de una banda. Jopelines, es que una ya no puede ser una ciudadana modelo. ¡Narices! Y eso no es justo. Joé.

Marta guay

viernes, 8 de febrero de 2013

A la "merde" Los Sinsangre.

Ahora no dejo a Baby ni a sol ni sombra. Es cuestión de estrategia. Estoy preparando la munición para la batalla con Los Sinsangre. Así que me he agenciado unos guantes de plasticucho, de esos que tiene mi madre en la cocina para fregar, y una pinza bien gorda para taparme la nariz. ¿Que qué voy a hacer? Pues recoger la merde de Baby para bombardear al enemigo en cuanto asome el careto.

Claro que a lo peor tengo que ir repartiendo pinzas en mi maison, porque la Baquero ya va largando que qué olor tan nausebuando se ha colado en el salón, que si en mi cuarto huele a... ¡A merde! le he dicho yo, aunque ella me ha mirado con ojos de huevo duro y me ha soltado: !Vamos, Marta, no seas boba como va a oler a merde aquí! Pues será a perfume de violetas le he dicho yo. Y la mía mamma me ha lanzado una mirada de uralita pero no ha dicho ni mu. Y eso que hoy es mi primer día de recolección.

Más news tomorrow.

Marta guarri

miércoles, 6 de febrero de 2013

Yo, a mis casos... Y a otra cosa mariposa

Que sepas que después de mi último intento de alcanzar la realeza, sin éxito, of course, he decidido dedicarme a mis cosas... Vamos a mis casos...  Paso de príncipes y aledaños, para siempre jamás.

No, no es que me dé por vencida, jopelines, hasta allí podía llegar la cochina amistad, es que no quiero desperdiciar ni media neurona más en tontunas y eso de lo princesil es una gilipuayez total. ¿Pero hija, mira que ponerse así por una tontería? me largó mi amiga Cari cuando me vio con el ojo más bien al biés. ¡Con el lío que hay ahora en el cole y todo lo que tenemos que investigar! Oye y ahí sí que me tocó la fibra sensible... porque últimamente mi colegio es como una sucursal del Bronx.  ¿¿?? Sí, mujer, ese barrio de Nueva York que sale en todas las pelis de polis. 

¿Que por qué? Por que se nos ha apalancado en la puerta -del cole, se entiende-  la banda de los Sinsangre, unos mamelucos más bien modorros que nos traen a mal traer. Y es que los muy sinsorgos nos birlan los móviles, los bocatas, los paraguas y hasta los deberes... ¡Te lo juro por la cruci, joé! El otro día hasta le atizaron a uno de 4º un sopavirón que le dejaron los ojos a cuadros, vamos que le incrustaron las gafas en el cogote. Y una, que a veces tiene sus dimes y diretes con su otro yo, en pleno ataque de caspa largó: ¡A por los Sinsangre...! y atacó  ¿Y Marta mustia?  Esa lerda se dio el piro -como everybody- y me dejaron más sola que la una con los Sinsagre face to face. Mirarles les miré con mis ojos de centella y alguno hasta parpadeó, sobre todo cuando les lancé un par de patadones de kung fu y les ataqué con mis brazos en plan molinillo antes de salir por pies. ¡Es que eran unos 2.000, narices! Y quien dice 2.000, dice seis.

Pero de esta se enteran, porque estoy preparando una  batalla campal...  claro que esta vez no pienso ir sola, vendrá conmigo todo mi clan. Si te apuntas al reparto de sopapos pregunta por Marta Ortíz, vamos mismamente YO.

lunes, 7 de enero de 2013

La reina Ortiz.

los Hay cosas que no se hacen, jopelines, ni aunque estemos en Navidad, que una es buena y rebuena, pero tiene una memoriaaaa. Y a mí el  que me la hace,  me la paga, aunque sean los reyes magos. Joé. Pues no, nadie me ha escrito, ni me ha llamado, ni siquiera ha  llegado un paje con mi cetro y mi corona y mi nombramiento real. Y no será por que no lo haya pedido bien ALLLLTTTOOOOOOOO, ¿no? ¿Qué va a ser...? Pues que quiero ser princesa. ¡Narices! Al principio, el día 6 de madrugada,  rebusqué entre las cajitas, por si podía haber un cetro perdido por allí. Luego despanzurré el árbol de navidad por si se había quedado mi corona enganchada en una rama. Y ya al final, cuando no encontré ni una cochina misiva real, me pillé tal mosqueo que me puse tal que azul, no por la sangre no, jopelines, por aguantar la respiración. Así que abrí la ventana para ver si divisaba a la cabalgata  y allí a lo lejos les vi. Se iban todos tan panchos hacia el oriente, dejándome allí en un sin vivir. ¿Oye y de mi regalo qué...? grité yo a los cuatro vientos. Pero nadie se volvió, ni dijo ni esta boca es mía. Así que pillé mi zapato y lo lancé bien fuerte rumbo a Belén. Entonces si oí un: Ayyyyyyy y un  grñññññññññ, tipo camello, que viene a ser en cristiano un uffffffff, ufffffff, ufffff. No sé a quién le di. A lo mejor fue a un paje o a lo peor a un king. De esta me destierran para siempre jamás. Claro que como dice mi abu: ¿Qué quieres ser princesa,  mi niña, para que..?. Si  tú  ya eres reina, la reina de esta casa. Así que a los magos que les den. Ah y que sepan que en mi reino, el año que viene, se pasa aduana. Y punto.

Marta la resentida

sábado, 5 de enero de 2013

Me pido un príncipe. Joé

¿Que qué le pido a los Reyes? Pues qué va a ser... No, yo no quiero ni un boli, ni un móvil, ni una pulserita, ni siquiera un modelito súper súper, ni un CD de Justin Bieber, ni tampoco unos zapatos de tacón. Y eso sí que molaría, jopelines.  Pero es que una es de ideas fijas, así que conmigo que no se anden the kings con zarandajas porque yo lo que quiero es... Pues sí,  ser princesa, joé. Ya sé que me repito y que ando  todo el día dándole la tabarra al personal, pero es que cuando se me mete algo en la cocorota... Mi abu dice que tengo que el coco como la piedra berroqueña. ¿De grande...? No, de dura, narices. Así que si el rey no quiere que ande todo el día dale que te pego con el tema princesil, que me haga princesa de una repajolera vez. Y a otra cosa mariposa. ¿Y si no ? Insistiré e insistiré y aguantaré la respiración hasta ponerme morada, que una es de natural más bien cerril.  La Baquero  me mira como si fuese una extraterrestre y solo repite: ay, Jesús, ay, Jesús. Claro que el cenutrio de mi hermano dice que eso me pasa por montar una república, que una no puede ser princesa y presidenta, a la vez. Ahhhh ¿nooooooooo? ¿Y por qué...? Tú puedes ser bobolindo y cretino, ambos, vamos both,  y no pasa nada. Ehhhh, ehhhhh, ehhhhhh. Ufffffff, narices como me vuelvas a dar un sopavirón se lo cuento todo a tu rey para que te deje a dos velas.  Ahhhh y en cuanto sea princesa te destierro y te mandó a ultramar.  Así  que señores reyes magos, se lo advierto por última vez, si este año tampoco me traen lo que les pido, ya pueden volverse a oriente, sin hacer ni una paradita en mi casa y a los pajes y a los camellos que les den. ¿El turrón y las copitas de champán? Esas se las toman en...  en casa de la rubilancia de  la Margaritona que segura que a esa sí que le traerán lo que les pide. Mira que tiene suerte esa cochina zanguilarga.  Joé.

Marta Órtiz. (casi princesa)

miércoles, 2 de enero de 2013

Y ojo al parche con el 2013.

Señor 2013: Espero que con eso de que es usted nuevo por estos lares no venga con humos y pretenda darnos el año, como ha hecho el mustio del 2012 y es que servidora ha terminado de su antecesor hasta los mismísimos. Así que cuidadín cuidadín, que como se pase de rosca, pego un salto en el hiperespacio y me largo al 2014 y que le den. Y a otra cosa mariposa. Para remate final  encima estoy bombiza y tengo el estómago hecho mixtos. ¿Que por qué? Jopelines,¿por qué va a ser? por la cena de Nochevieja. No sé a tu madre, pero a la mía cuando llega el 31 de diciembre se le va la pinza y se lanza a la cocina en plan kamikaze y prepara dos mil platos o tres mil si le da tiempo. Esta noche, por ejemplo, nos endosó una pularda, tipo carnero,  rellena, of course,  y  cardo, con bechamel, y unos entrantes (croquetitas, canapés, jamón, espárragos, ensaladilla rusa y ensalada nacional,  de escarola eso sí y con ajo, joé). Ah, y  una sopita, para mi abu, y unas almejitas, para my father.  Y tonelada y media de polvorones y seis kilos de turrón y dos cajitas de bombones y un tronquito navideño que aún quedaba y había que aprovechar. Y luego se quejan de que una vomite. Joé. Eso sí, no me acerqué a la cocina ni por casualidad para no molestar, no seas mal pensada, y me dedique al arte de ponerme hecha un cuadro, vamos de pintarme como una puerta, que para eso es Nochevieja y el personal, con tanta comida y tanta bebida, ni siquiera se percata de que una va decorada cual árbol de Navidad. Andaba yo dándole al eye para tener la mirada más profunda, cuando oí un: ¡Marta, ayúdame¡ Y una que, a veces, es bien mandada se lanzó de cabeza a la cocina para echar una manita. ¿Una manita? Al final terminé pegándome con cazuelas, cazuelitas, sartenes, sartencitas y platos de todos los colores  y tamaños y encima oliendo a ajo. Y mira que lo odio.Joé. Así que después de semejante ajetreo, cuando llegué al comedor ya estaba de aromas comistriles hasta.... si hasta allí mismo; pero tenía que cenar por que si no luego dicen que una es rara. Así que me senté en mi silla y comí a trancas y barrancas todo lo que la muerma de la Baquero iba depositando en mi plato. Y lo que añadía mi abu, que siempre me ponía un poquito más, "porque estoy creciendo". Y una dale que te pego a la cuchara y al tenedor y al cuchillo y a la cucharilla. A la hora del Happy New Year yo tenía el estómago a la altura de la alfombra y dos segundos después ya estaba a punto de fracasar cual Titanic, así que tras el segundo cantico me di el piro hacia el baño, claro que  solo llegue a la altura del ficus del pasillo. Sí, ese que está verde y esplendoroso y tiene la ramas en plan jungla. Te juro que a veces hasta me sonríe. Será porque le trato bien, porque cada día está  más alto y más rollizo. ¿A ver si en vez de un ficus es una secuoia? me pregunté. ¿Una secuoia? Crece como un loco por tus vomitonas so guarra, me largó mi otro yo,  que empezó  el 2013 como siempre, vamos, mal. Claro que una, que es una chica comilfó, se apalancó la húmeda en el paladar y no le dijo ni media, que para eso era Año Nuevo. Ahora, cuando la pille mañana se entera. 

Happy New Year y Próspero Merímé.

Tu amiga Marta.