Estoy hasta los mismísimos de chapar y chapar. Joé, no tengo tiempo ni para sorber el moco.
La mía mamma que está en plan supermadrastrona ha decretado mi encierro a perpetuidad, así con todo el morro. "Y vas de cole a casa y de casa al cole" y sin rechistar, me largo la muy momia después de que catease un par de asignaturas de esas más bien birriosas: que si las mates por aquí, que si la Lengua por allí, que si un insufi en inglés que si un no presentada en música... Jopelines, me siento como una esclava zulú. Si, para blogs está una. Y además, como nadie me cuenta ni media, parece que en este mundo mundial la única que es la reina del insufi es servidora. Y eso no es justo. Joé.
Marta enclaustrada
Sí, hablo conmigo misma ¿Y qué? También soy la reina de los chillidos insonoros y de los gritos inaudibles. Ah! y tengo un repertorio de insultos que para si lo quisieran los de Sálvame. ¿Y mi olfato detectivesco? Para que te enteres, tengo nariz de sabueso y soy como la versión Spanish de Sherlock Holmes. Te lo juro por la cruci
El Diario de Marta la Rara

Ana Bermejo
martes, 14 de mayo de 2013
jueves, 11 de abril de 2013
De ranas, chaparrones y chubascos.
¡Atchíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiis! Tengo un catarro de los de antes de la guerra y aún sigo sacándome ranas de las katiuskas. ¡Qué Semana Santa...jopelines! Sólo se le ocurre a la mía mamma mandarme a pasar la Semana Santa a Valdelapera con mi abu cuando el tempero -sí mujer el tipo que habla del tiempo en la tele- auguraba chaparrones y chubascos. ¿Chubascos...? Joé, eso no era llover eso era mala milk. ¿Y quién dice que el cielo es azul?.¡Mentira es negro o más bien gris marengo! Que lo he visto con estos ojitos, a través del paraguas, eso sí. Y si en verano el pueblo de mi abu ya es un rollazo total, ni te cuento que jolgorio cuando te está cayendo la mundial. ¿Y qué narices hace una en un poblacho con veinte maduros, diez perros, quince gatos, y las cataratas de Iguazú desplomándose sobre tu cabeza? Atchíiiiiiiiiiiii. Pues qué va a hacer, ver la televisión, ponerse bombizas de torrijas y darle al móvil, porque en el cochino pueblo de mi abu por no tener no tengo ni ordenador. Así que tiré de móvil y hablé con medio mundo, parloteé con el hemisferio norte al completo y con cuarto y mitad del hemisferio sur. Por chamullar, hasta chamullé con el cenutrio de mi hermano que se había largado a Berlín a pasar unos díitas con sus compañero de clase, "en un viaje de fin de curso". ¿De fín de curso? me quejé yo a la mia mamma por esa asquerosa discriminación. ¡Pero si estamos en abril!, insistí, pero la Baquero, como siempre no me hizo ni repajolero caso y miró a su niñito como si se tratase de una cajita de cloisoné y le metió en la maleta, por si las moscas, un salchichón. ¡A ver si el pobre iba a pasar hambre! Atchiiiiiiiiiiiis. La muyyyy. Y hala, yo a Valdelapera. Claro que si yo he tenido lluvia, bobo Nacho ha vuelto convertido en cubito de hielo, porque en Berlín otra cosa no hará pero frío hace un rato. Así que el muy lerdo ahora tiene el moco el plan estalactita, la nariz roja cual pimiento morrón y los labios llenos de pupas como si se los hubiese restregado con nanas. ¡Que se chinche por suertudo! Pero te juro por la cruci que como esto siga así, pienso quejarme al Defensor del Menor que una cosa es una cosa y seis son seis. ¡Atchiiiiiiiiiiiiiiis!
Marta acuática
Marta acuática
martes, 19 de marzo de 2013
¡Vaya sopavirón!
Tenía tal mosqueo el otro día - mira que me pongo farruca con esos mandurrios que tratan a sus hijos cual paquete de Ajax- que salí del cole rauda cual centella sin volver la vista atrás. Iba yo solita, a lo mío, dale que te pego al tema de la maleta, cuando me soltaron un sopavirón que me dejaron el colodrillo tal que al biés. Al principio no supe de donde venía el machuchón, claro que en cuanto logré recolocar el cerebelo en posición de firmes, me encontré face to face con Los Sinsangre, sí con los seis. No creas que me agalliné, que una es muy suya, me metí los dedos en la boca, soplé cual huracán y lancé tal pitido que dejé al personal casi sonotone, vamos sordo total. Y ahí los quería ver yo, con las manos en las orejas y la cabeza casi en los pies. ¿Que si les aticé? Les di palpelo y creo que de esta no volverán más, porque mientras andaban medio descuajaringados en plan alfombra, con la marca de mi zapatilla en el papo, les coloque una pegatina en la frente, tipo tirita, con la siguiente leyenda: Hasta aquí llegó el patadón de Marta; Ah y les hice una foto y la he colgado en Facebook. ¿Que se van a mosquear de verdad? Pues que se mosqueen y si quieren más que vuelvan. Que una es una y seis son seis.
Súper súper Marta
Súper súper Marta
miércoles, 13 de marzo de 2013
¡Que no somos una maleta. Joé!
¡Estoy hasta los mismísimos! Me pone de los nervios ver como nos mangonean los adultos. Juezas, incluidas, sí. Que una tipa y un tipo se tiran los trastos y ya no se quieren más, pues el pato lo pagan siempre los hijos. Y es una pena, jopelines. Pero una cosa es una cosa y seis son seis. Vamos que es de bochorno ver cómo a los más pequeños los arrancan a viva fuerza de la casa de su madre y los mandan al más allá, léase Mexico mismamente, sin poder ni siquiera despedirse de la sua mamma. Joé, es para llorar. Y también es la bomba ver como la policía encierra a los niños en coches como si fuesen criminales, y se los llevan hechos un mar de lágrimas junto a personas con las que NO QUIEREN ESTAR. Como si no tuviesen nada mejor qué hacer -la poli, se entiende- con la cantidad de chorizos que andan deambulando por ahí ¿Quién les ha preguntado a estos niños con quién quieren vivir? ¿Han tenido en cuenta dónde están sus amigos, su cole, su cuarto, su mascota...? ¡Qué padre o madre comilfó puede querer llevarse a sus hijos lejos, muy lejos, sólo para fastidiar a su ex!. Y encima eso lo hace una jueza. ¿Tendrá hijos? ¿Le gustaría que se los llevasen contra sus deseos a Las Chimbambas y no volver a verlos más? Casi mejor que no.
Yo me rebelo que lo sepan y aunque sólo pueda utilizar la palabra, quiero decirlo bien alto: ESO NO SE HACE. TENEMOS DERECHOS y no sólo los padres, ni las naciones. No somos un mueble, ni una maleta, ni un hijo de quita y pon.
Marta súper cabreada
viernes, 8 de marzo de 2013
Servidora ufana cual rana
¡Felicidades a todas.....! ¿Por qué? Joé, porque hoy es el día de la mujer trabajadora y nosotras currantas somos un rato. Todas, oye sin quitar una. O es que no es currar levantarte a las del alba, desayunar como los pavos: glu, glu, glu, lanzarse a la rue antes de que pongan las calles acarreando una mochila que pesa un kintal. Eso por no hablar del tajo de verdad, vamos de nuestro laboro en el centro del saber, porque yo, que sepas, estoy de libros hasta los mismísimos. Joé, pero si tengo el coco hecho gaseosa. Sí ya sé que para algunas estudiar es muy fácil, pero para mi es algo así como correr la maratón con chanclas y saltando a pata coja marcha atrás. Vamos una misión tan imposible, como la de Tom Cruise.
Claro que una también tiene sus habilidades... ¿Te acuerdas de mi misión con Los Sinsangre? Sí, un éxito total, con decirte que después del último vapuleo los tíos no han vuelto a aparecer. No, no es que me tengan miedo, es que el plomo de don Narciso se ha puesto farruco y ahora tenemos el cole tan protegido que parece Fort Knox. Pero yo, por si acaso, sigo ojo avizor.
¡Happy day!
Marta
Claro que una también tiene sus habilidades... ¿Te acuerdas de mi misión con Los Sinsangre? Sí, un éxito total, con decirte que después del último vapuleo los tíos no han vuelto a aparecer. No, no es que me tengan miedo, es que el plomo de don Narciso se ha puesto farruco y ahora tenemos el cole tan protegido que parece Fort Knox. Pero yo, por si acaso, sigo ojo avizor.
¡Happy day!
Marta
domingo, 17 de febrero de 2013
Marta contra Los Sinsangre
Jopelines, la mia mamma al final me pilló el armamento y, después de ponerse como una loca y de gritar a los cuatro vientos que una estaba como las maracas de Machín, tiró la merde de Baby que yo había reservado para el bombardeo y me dejó una semana sin ordenador, "por guarra".
¿Pero para qué guardas semejante marranada? me preguntó la Baquero con cara de chichinabo. Yo intenté explicarle el caso de Los Sinsangre, una panda de macarrones que nos robaban los bocatas, los paraguas y hasta los deberes... ¡Ahhh sí...! exclamó la muy desconfiada, ¿o sea qué los deberes también...? Mira Marta, a otro perro con ese hueso y quiero todos tus deberes al día. ¿Me has oído? ¡Cómo no te voy a oír, si me estás dejando sonotone total con tus aullidos!, le grité alto, muy alto, pero para mis adentros. Luego murmuré que aquellos tipos se iban a enterar, que les iba a dar una tunda de aquí te espero, que iba a organizar una batalla campal. Y la tipa me oyó, joé. Ehhhh, gritó la Baquero a punto del repeluzno, no quiero oír ni una pa-la-bra de que le pegas a nadie. ¡A nadie! , repitió la muy muerma. ¡Y a Los Sinsangre, tampoco! Luego se dio la vuelta dejándome con la palabra en la boca.. Vamos que no pude decir ni mu.
No pensaba reanudar yo aquel día el ataque de Los Sinsangre, encima sin armamento, pero eso de que me dé órdenes la Baquero... es que me pone de los nervios, así que si ella no quería ni oír hablar de guerras, yo iba a organizar la mundial. Me dirigí al colegio en plan chulapa, mirando al personal por encima del hombro; tanto mirar hacia arriba me comí dos bordillos y casi me machucó un pie.
Cuando llegué frente a la verja del cole los vi. Estaban afanándole el bocata a Luli, una gordita de 1º de ESO, a la que encima le soltaron un machucón. Ehhhhh, ehhhhhh, grité yo como una posesa. ¡Quietos parados que aquí estoy yo!. ¡Anda, mira, si viene por allí esa birriosa, la reina del kung-fu! ¿La birriosa era yoooooo? Me lancé a por aquel tipo en plancha, le largué un patadón y el tipo trastabilleó y se dio un mangazo que ni te cuento. Entonces, me senté sobre su espalda, le doblé el brazo y se lo dejé a la virulé. ¡Birriosa yo, eh patituerto! le solté a aquel mendrugo.
Los cinco Sinsangres restantes se quedaron quietos parados, mudos por la impresión... ¡Al que se acerque le machacó! insistí yo ya crecidita. Oye y con las mismas los tipos salieron corriendo raudos como conejos. La verdad es que no esperaba yo causarles tanta impresión. Estaba yo ufana cual rana, cuando alguien tiró de mí. ¡Vamos chica, deja al chico en paz! ¡Pero habrás he visto a esta cría, esta debe ser de la banda de Los Sinsangre!, les oí decir. No te mola, era una pareja de municipales que andaban de ronda frente al colegio. Ehhhh, ehhh, ehhhhh, me quejé yo, que los Sinsangre son esos que se están dando el piro en sus mismas barbas, jolín. ¡Eso, eso...! ratificó la gordita.
Al final me dejaron ir, pero a puntito estuve de acabar en el trullo, por formar parte de una banda. Jopelines, es que una ya no puede ser una ciudadana modelo. ¡Narices! Y eso no es justo. Joé.
Marta guay
¿Pero para qué guardas semejante marranada? me preguntó la Baquero con cara de chichinabo. Yo intenté explicarle el caso de Los Sinsangre, una panda de macarrones que nos robaban los bocatas, los paraguas y hasta los deberes... ¡Ahhh sí...! exclamó la muy desconfiada, ¿o sea qué los deberes también...? Mira Marta, a otro perro con ese hueso y quiero todos tus deberes al día. ¿Me has oído? ¡Cómo no te voy a oír, si me estás dejando sonotone total con tus aullidos!, le grité alto, muy alto, pero para mis adentros. Luego murmuré que aquellos tipos se iban a enterar, que les iba a dar una tunda de aquí te espero, que iba a organizar una batalla campal. Y la tipa me oyó, joé. Ehhhh, gritó la Baquero a punto del repeluzno, no quiero oír ni una pa-la-bra de que le pegas a nadie. ¡A nadie! , repitió la muy muerma. ¡Y a Los Sinsangre, tampoco! Luego se dio la vuelta dejándome con la palabra en la boca.. Vamos que no pude decir ni mu.
No pensaba reanudar yo aquel día el ataque de Los Sinsangre, encima sin armamento, pero eso de que me dé órdenes la Baquero... es que me pone de los nervios, así que si ella no quería ni oír hablar de guerras, yo iba a organizar la mundial. Me dirigí al colegio en plan chulapa, mirando al personal por encima del hombro; tanto mirar hacia arriba me comí dos bordillos y casi me machucó un pie.
Cuando llegué frente a la verja del cole los vi. Estaban afanándole el bocata a Luli, una gordita de 1º de ESO, a la que encima le soltaron un machucón. Ehhhhh, ehhhhhh, grité yo como una posesa. ¡Quietos parados que aquí estoy yo!. ¡Anda, mira, si viene por allí esa birriosa, la reina del kung-fu! ¿La birriosa era yoooooo? Me lancé a por aquel tipo en plancha, le largué un patadón y el tipo trastabilleó y se dio un mangazo que ni te cuento. Entonces, me senté sobre su espalda, le doblé el brazo y se lo dejé a la virulé. ¡Birriosa yo, eh patituerto! le solté a aquel mendrugo.
Los cinco Sinsangres restantes se quedaron quietos parados, mudos por la impresión... ¡Al que se acerque le machacó! insistí yo ya crecidita. Oye y con las mismas los tipos salieron corriendo raudos como conejos. La verdad es que no esperaba yo causarles tanta impresión. Estaba yo ufana cual rana, cuando alguien tiró de mí. ¡Vamos chica, deja al chico en paz! ¡Pero habrás he visto a esta cría, esta debe ser de la banda de Los Sinsangre!, les oí decir. No te mola, era una pareja de municipales que andaban de ronda frente al colegio. Ehhhh, ehhh, ehhhhh, me quejé yo, que los Sinsangre son esos que se están dando el piro en sus mismas barbas, jolín. ¡Eso, eso...! ratificó la gordita.
Al final me dejaron ir, pero a puntito estuve de acabar en el trullo, por formar parte de una banda. Jopelines, es que una ya no puede ser una ciudadana modelo. ¡Narices! Y eso no es justo. Joé.
Marta guay
viernes, 8 de febrero de 2013
A la "merde" Los Sinsangre.
Ahora no dejo a Baby ni a sol ni sombra. Es cuestión de estrategia. Estoy preparando la munición para la batalla con Los Sinsangre. Así que me he agenciado unos guantes de plasticucho, de esos que tiene mi madre en la cocina para fregar, y una pinza bien gorda para taparme la nariz. ¿Que qué voy a hacer? Pues recoger la merde de Baby para bombardear al enemigo en cuanto asome el careto.
Claro que a lo peor tengo que ir repartiendo pinzas en mi maison, porque la Baquero ya va largando que qué olor tan nausebuando se ha colado en el salón, que si en mi cuarto huele a... ¡A merde! le he dicho yo, aunque ella me ha mirado con ojos de huevo duro y me ha soltado: !Vamos, Marta, no seas boba como va a oler a merde aquí! Pues será a perfume de violetas le he dicho yo. Y la mía mamma me ha lanzado una mirada de uralita pero no ha dicho ni mu. Y eso que hoy es mi primer día de recolección.
Más news tomorrow.
Marta guarri
Claro que a lo peor tengo que ir repartiendo pinzas en mi maison, porque la Baquero ya va largando que qué olor tan nausebuando se ha colado en el salón, que si en mi cuarto huele a... ¡A merde! le he dicho yo, aunque ella me ha mirado con ojos de huevo duro y me ha soltado: !Vamos, Marta, no seas boba como va a oler a merde aquí! Pues será a perfume de violetas le he dicho yo. Y la mía mamma me ha lanzado una mirada de uralita pero no ha dicho ni mu. Y eso que hoy es mi primer día de recolección.
Más news tomorrow.
Marta guarri
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