Ju, ju, ju... es que es para troncharse viva... No te mola, esta mañana a la hora de desayunar me he encontrado a mi abu con una peluca lacia cual acelga, una túnica plagada de abalorios que le llegaba hasta los pies y los ojos tiznados de negro hasta las cejas. Me he quedado de uralita, vamos, si hasta me ha dado el hipo por la impresión... Así que entre hipppssss, hipppppsss, hippppsssss, solo he llegado a farfullar: ¡Jopelines, qué aparición! Pero la doña que estaba en plan esfinge me ha mirado de través y me ha soltado en mi misma nariz: Hija, no seas palurda, que voy de camuflaje. Esto es para entrar en ambiente... ¿En ambiente? le he oído musitar a la mia mamma que estaba más bien bicolor y con el ojo apalancado en la fachenda de mi abuela. Te lo explicaría hija, pero como tú eres más bien seta no lo vas a entender. ¿Yo.... yo..... yooooooo?, largaba mi madre al punto del sofoco. Mira hija, no te descoloques. ¿ A ver cómo te lo explico yo... ? Colaboro en una investigación en toda regla... Vamos, que voy a desentrañar el misterio de un caso que tiene como protagonistas a un escarabajo y a una reina egipcia. ¿Una reina egipcia...? No estarás hablando de Nefertiti ¿no...?, mascullaba la Baquero, pálida cual pared. ¡Marta, esto es cosa tuya y esta vez te la vas a cargar! ¿Yooooo? ¿Yooooooo....? ¿Pero que culpa tengo yo de que la abuela se le vaya la pinza..., joé? me he defendido cual posesa. ¡Que dejes en paz a la niña, que una ya es mayorcita...para sacarse sus propias castañas del fuego. ¿Castañas... en abril...? he intentado meter baza, pero sin suerte, porque mi abu que iba por libre, ha seguido dando la matraca: Bueno, tan mayorcita no soy.... Que una está en plena forma, largaba doblándose cual ocho, mismamente por la mitad. ¡Mamá, por Dios, la columna...! ¿Qué columna.... si aquí no hay ninguna columna...? Abu, que tu hija habla de la columna vertebral... ¡Acabaramos..., no si ahora también querrá controlar mi columna! ¡So tirana...! Jesús, jesús, mamá... estás de los nervios. ¿De los nervios, yo....? Vamos monima acelera y vete a trabajar... que aquí Martita y yo tenemos trabajo. ¡Pero mamá...! ¡Ni mamá, ni gárgaras fritas...! A ver, nieta, ¿ya tenemos algún dato nuevo entre manos...? Abu, que son las ocho de la madrugada y me acabo de levantar... ¡Nena, no me seas vagoneta que nos va a dar esquinazo la Nefer! ¡Pero, abuela, dame un respiro, joé. Ufff... ufff....que acoquine. Lo que me faltaba a mí, una momia egipcia y una abuela espídica total. No, si de esta termino llamando al tal Kitchner... ¿Quién va a ser...? Mi loquero particular.
Tu amiga Marta ( y su abuela ). Vale, abu. vaaaaaa
Sí, hablo conmigo misma ¿Y qué? También soy la reina de los chillidos insonoros y de los gritos inaudibles. Ah! y tengo un repertorio de insultos que para si lo quisieran los de Sálvame. ¿Y mi olfato detectivesco? Para que te enteres, tengo nariz de sabueso y soy como la versión Spanish de Sherlock Holmes. Te lo juro por la cruci
El Diario de Marta la Rara
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2 comentarios:
Jajajaja ay, qué risa, Marta! :D
Después de mi ausencia (y de leer todas tus entradas), he llegado a la conclusión de que me apunto al club. Es más, creo que la que tiene escondida a Nefertiti es mi vecina del segundo, que tiene así como mala leche...
Besos
Hola, Andreita... Ya era hora de que aparecieses porque andabas más bien missing. Yo sigo aquí emperrada en pillar in fraganti a la Nefer ... ¡Abu... que ya voy...! Que no, que no es Nefertiti. que el mensaje tampoco es para ti, que me escriben a mí... Jopelines, joe... que una cosa es una cosa y seis son seis.
Arrivederchi, bye bye, adieu....
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