El Diario de Marta la Rara

El Diario de Marta la Rara
Ana Bermejo

martes, 6 de noviembre de 2012

Y yo me disfrazo hoy. ¡Qué narices!

Pues sabes lo que te digo, que si everybody se disfraza el día de Halloween,  yo va y me disfrazo el 6 de noviembre. ¿Qué por qué? Pues porque sí. En cuanto he abierto el ojo esta mañana me he percatado de que iba a tener el día guerrero y es que Marta mustia, vamos mi otro yo, ha empezado a darme la murga antes de desayunar: Mira que eres pelma, mona, me ha largado como saludo la muy quejicosa, antes de disparar una retahíla larguísima de lamentos: que si  no sabe por qué no me disfrazo en Halloween como todo el mundo, con lo que le hubiera gustado a ella ir por ahí vestida de vampirella, o de mujer araña o incluso de bruja. Otra que quiere parecerse a la Baquero, me he dicho para mí y también para ella, porque la muy muerma ha saltado como un resorte: no de bruja no. Y la tipa ha seguido dale que te pego a la húmeda: No si lo tuyo es llamar la atención y destacar, si en el fondo eres una sosa-pija de aquí te espero. Y por allí si que no pensaba pasar yo, así que si quiere disfraz, disfraz y medio, y pese a sus quejas, me he encerrado en el cuarto de la Baquero cinco minutos después de que se diese el piro a la ofi, y me he agenciado una falda tubo de cuadritos que me he ajustado a la altura de las orejas,  un sujetador de flores con relleno, que mola un montón y una blusa de blonda verde musgo, de esas cuasi transparentes que cortan la respiración.  Ah... y así como de pasada le he birlado unos zancos de charol tan altos como mi chucha. ¿Pintarme? Of course. Me he pintado como una puerta: sombra verde en los ojos, un toque de khol,  otro de colorete, y otro más de pinta labios rojo pasión.  Y con la obra de arte ya finiquitada, me he colgado la chupa y me he largado  rauda cual centella por esos mundos de Dios. Ya entraba una en el cole, tan pichi, cuando el muermo de Don Narciso me ha pillado en plena puerta y me ha devuelto " ipso facto" al hogar, con la consigna  de que volviese "a la  velocidad del rayo, vestida de persona normal". ¿Normal de 31 de octubre o de 6 de noviembre? le he preguntado yo, poniendo ojillos de abejaruco. Y él tipo se ha calado las gafas y a punto ha estado de soltarme un tapabullón. ¡Qué falta de sensibilidad con la creatividad ajena! me iba diciendo para mí mientras abría la puerta, cuando mi abuela ha soltado un: ¡Martaaaaaaaa, pero que haces tú en casa... que casi despierta a  media humanidad.  Joé, abu, ponte el sonotone, que me vas a dejar patitiesa. Vamos, di, me ha urgido la doña. Y entonces le he mentido cochinamente: es que me había dejado las gafas... y ya sabes que yo sin gafas... vamos,  como tú sin sonotone. Ha fruncido el morro, pero no ha dicho ni mu. Claro que yo le he asegurado: Me vuelvo al cole en un pis pas, en cuanto me limpie la cara y me vista de 6 de noviembre. ¿Cómmoooooo? ¿Quéeeeeeeee? le he oído gritar, pero yo ya andaba a galope por el tercero, saltando escalones de tres en tres. Y que sepas que me pienso disfrazar cuando quiera, le he soltado en pleno salto a Marta mustia.  A mí no me impone la ropa un cochino Halloween. 

Marta Free.

1 comentario:

Andrea dijo...

Así se hace Marta! Por lo visto,tu director de creativo más bien poco... y tú,de original,más bien mucho... :) Besitos