¿Qué no sabes quien es Martín Tilín? ¿Que no....? ¡Narices, jopelines, joe.....! Y para eso me desgañito yo largando a los cuatro vientos toda my life. Es que mira que hay que ser desaprensiva... o sivo... (con el desapren por delante of course) que de todo hay en la viña del señor. ¿En la viña de quién....? Venga no seas gumia que esa es otra sentence de mi abu. ¿Que si mi abu tiene viñas? Uffff..... ¿Y el señor?... Y a mi qué me cuentas; habla con mi abu, que ella es la experta en diretes. Anda que para acertijos está una.
Bueno, a lo que iba -que tanto interrumpirme al final voy a terminar con la neurona clever al bies-
que aquí servidora, vamos yo, dale que te pego a la tecla, del ordenador se entiende, contando sus miserias al por mayor y tú ahí, en las Chimbambas o más allá, sin hacerme ni repajolero caso. Pues que lo sepas -y es la última vez que te lo chapurreo- Martín Tilín es mi novio, un novio de los de verdad. Y me gusta casi tanto como Iker Casillas... Uffffff... y puede que aún más. Chincha rabiña.
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